Inocentemente se reinventa
sin buscarse
presiente la magia del encuentro
una sonrisa
sobre la sonrisa nueva
la boca sobre el labio que besa.
Sus formas brillan con cierta pureza
extrañamente desconocida.
Nace repetidamente
entre las manos firmes de su creador
tan hombre
tan humano
y en cada minuto que él la descubre
como una pradera despoblada de recuerdos
veinte veces
corresponde su amor
con la humedad de su cetro
con la incontenible locura de un corazón
que no quiere entrar en razones
veinte veces
corresponde su amor
como una flor que tímidamente asoma
al rocío caliente de su atardecer
con la profunda tentación de la belleza
y un misterio
fugaz y eterno que se abre
descifrando el complejo código de la piel.
1 comentario:
muy bueno. me gustó...
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