martes, septiembre 18, 2012

Torpe orgullo



Por buscar el poema perfecto
(torpe orgullo)
será que ya no te escribo
dando por seguro
que el tiempo nos sobra
que la eternidad espera
que se encarga el destino.

Y me engaño diciendo
que sin falta mañana
lo haré sin apuros
que los urgentes primero
que los imposibles no importan
                        que estaré más tranquilo.

Y con las ganas tan siempre listas
(y tan contradictorias)
con el humor contaminado
con la hostilidad inevitable del tiempo que asoma
con los huesos cansados y las canas que afloran
con rabias en la boca
con miradas agudas y verdades desnudas
con admiración (desde lo más profundo)
y las palabras que esperas
y no te digo
te sigo amando
como el primer día en cada latido.