La travesura de la belleza hipnotizante,
la perversión egoísta de la naturaleza.
Te amarás a ti misma
ante el asombro de mis ojos,
mis deseos serán la guía de tus manos
el morbo de mis antojos
tus leyes fundamentales.
El milagro del amor tiene tu forma
el ahora esconde
su poder entre tus dedos.
Dame un velo de tus misterios.
Hazte mujer en este instante.
Demanda los conjuros de lo erótico.
Destierra todo tipo de pudores.
Emborráchame de tus secretos.
Borra en mi mente
todo lo que no te invoque.
Eres mi esclava y mi hechicera
artesana del barro
víctima de mis codicias extremas.
Tus caricias
bajan
siguen bajando
por la tensión del cuerpo que se entrega.
Tu mirada enciende la tentación del fuego.
Nada te detiene hasta llegar al centro
de tus piernas
alertas
que anhelan su juego.
Los dulces pezones cortan sus vendas.
Hojas que caen sobre la apasionada escena.
Sombras mordaces modelan tu silueta.
Nuevamente el calor
la lujuria que despierta
el jadeo marcando su cadencia
la humedad escribiendo poemas
tu boca
devastando los sabores
tus muslos invocando la marea.
Te mueves con la música de mis gestos
te acercas al umbral
llegas a puerto
inundas tu bahía
me incitas
me devoras
me reduces
y conquistas tu premio.