martes, febrero 13, 2007

Todos los niños crecen, excepto uno

De esta forma Mr. Barrie abre las puertas de un nuevo mundo, definiendo, en una sola frase, la característica esencial de su personaje.

Todos los niños crecen, simplemente porque se olvidan de las cosas de chicos, para meterse desbocados en el mundo de los grandes, donde los urgentes valen más que los importantes, donde la confianza es un arma de doble filo, generalmente envenenada, donde el amor es un ilusionista, a veces mitómano, a veces ignorante, pero casi siempre mascarada de una faceta del dolor, que tarde o temprano entrará en escena.

La inocencia de los niños, rapidamente se canjea por este torpe instinto de supervivencia, del "sálvese quien pueda", del "si te he visto, no me acuerdo".
Así los juegos se convierten en trampas, la rutina es una vida y la fe un recurso inmejorable cinco segundos antes de la muerte.

En el otro hemisferio, Joaquín Sabina dice: "Nos tocaba crecer y vaya si crecimos" y ante este imponderable, todos en mayor o menor medida, cedemos nuestras ilusiones, posponemos nuestros sueños y olvidamos nuestra promesas.



Todos los niños crecen, pero algunos se resisten a crecer. Quizás todavía quiera ser unos de estos pocos, que se refugian en la tarde alegre de la infancia. Quizás sea un truco para no olvidar esta frase que Richard Bach (autor de Juan Salvador Gaviota) dibujó con tanta facilidad:

NUNCA DEJES DE SER UN NIÑO. SI QUIERES USA TU MÁSCARA DE HOMBRE SERIO PARA PROTEGERLO DEL MUNDO. PERO SI PERMITES QUE ESE NIÑO DESAPAREZCA, HABRÁS CRECIDO Y ENTONCES SERÁS HOMBRE MUERTO

1 comentario:

Nano dijo...

no tenes idea de todo lo que senti con esto que escribiste.
fue increible!!!!!
sin duda que sabes de lo que escribis...
este tipo de escritura es la que me gusta y la que disfruto porque es el estilo que yo utilizo.
no comento todo lo que bublicaste porque es una banda pero lei casi todo y esta muy bueno
byes