Si pudiera nombrarte distraídamente
a la orilla de la chimenea
o encontrar una palabra nueva
para tocarte el alma,
Si pudiera entrar silenciosamente
en tu silencio
y llenarlo de flores y sonrisas,
Si pudiera darte mi corazón y todo
lo demás que necesitás
para que creas como la vez primera.
Si supiera ejercitar este viejo oficio
para encontrar esa palabra nueva
que te dibuje completa y feliz
como siempre quise
y pocas veces supe.
Con estas torpezas que no riman
con este intento por tocarte el alma
con estas ganas te cuento
lo que a menudo callo
cuando dormimos abrazados
y en el mundo nuestro mundo
reina esta maravillosa calma.