Qué más puedo darte
después de habernos dado todo,
el olor del amor
y el cansancio que le sigue
con los sueños por nacer.
Tal vez queda un silencio dormido
un oasis de abrazos en el desierto
oscuro de la noche
la paz de la humedad sin reproches
y una melancólica canción de amor.
Qué más puedo darte
después de habernos dado todo,
los besos prohibidos
las manos inquietas
un mal intento de poema
y una sonrisa sin razón.